sábado, 20 de octubre de 2007

Imágenes de campaña

El pasado jueves el Partido Socialista presentó una nueva campaña con el fin de promocionar su gestión de la legislatura de cara a las Elecciones Generales de 2008. La iniciativa, bajo el lema "con Z de Zapatero" arrancó con la presentación de un video protagonizado por el presidente del gobierno, en el que relajado y distendido anunciaba los calificativos que atribuye a su labor de gobierno.
El video en cuestión ha sido muy comentado en los medios de comunicación, que no se han resistido a compararlo con otro video, esta vez protagonizado por Mariano Rajoy, en el que invitaba a los españoles a participar en la fiesta del 12 de octubre. Las comparaciones quizás no sean muy acertadas, teniendo en cuenta que la puesta en escena de Rajoy responde a una motivación, en principio, diferente a la de Zapatero. No obstante, si se analizan críticamente ambos se pueden intuir cual es la imagen que pretenden proyectar de cara a la campaña electoral.
Las diferencias saltan a la vista. La comparecencia de Rajoy se produce en un entorno sobrio y cargado de solemnidad e institucionalismo. Un plano fijo e inamovible encierra un retablo protagonizado por la bandera nacional, con tomos y fotografías al fondo. En el centro, un Mariano serio y nervioso -probablemente de forma intencionada- expresa que hay que salir a la calle a reivindicar los símbolos nacionales, la bandera. En un discurso cargado de hispanidad, con referencias a las fuerzas armadas, Rajoy pretende dirigirse desde una posición que las urnas no le han otorgado. Con la estética, que evoca a los discursos navideños del Jefe del Estado, está queriendo decir: "Me dirijo a todos los españoles para decir algo que en realidad correspondería hacer a otro. Miradme en mi papel, asimiladlo y votadme llegado el momento". En definitiva, el líder del PP no se expresa precisamente en un tono festivo y prácticamente "asusta" al que lo ve para que se movilice.
José Luis Rodríguez Zapatero, por otra parte, marca la diferencia desde el primer momento. Aquí no juega el papel de "gran jefe", sino que muestra su faceta más amable. Ya para empezar, el habitáculo donde se desenvuelve es mucho más desenfadado que el de Rajoy; muebles modernos donde predominan los colores cálidos -incluso en el traje- desenvolviéndose en un escenario mucho más acogedor.
José Luis aparece como un hombre sereno y tranquilo, capaz de reírse de sí mismo (muy artificiosamente, eso sí). Está sentado cómodamente en el sofá viendo la televisión, en una actitud mucho más parecida a la de cualquier español medio que la comparecencia"borbónica" de Mariano. Es probable que a los asesores del presidente no les guste esa imagen de sobriedad castellana -rayante en la sosería- que ha manifestado en los últimos años y pretendan explotar esa faceta naïf que le caracterizaba y que le ayudó a proyectarse hacia La Moncloa frente a la imagen dura y agresiva de Aznar.
En el video, Zapatero se burla de un fallo fonético, la sustitución de la "d" final por la "z", y juega con una aliteración de palabras terminadas en "d". La "z" es una letra interesante para articular una campaña de comunicación a su alrededor. Además de ser gráficamente llamativa, tiene una serie de valores asimilados socialmente. Se trata de la última letra del abecedario (la marginada), es el símbolo del Zorro -un mito justiciero en la cultura contemporánea hispánica- y por supuesto, es la letra que manda en ZP, Zapatero, paZ, y todas las palabras a las que la campaña atribuye artificiosamente la "z": "libertaZ, solidaridaZ...". La "z" es un activo importante para el presidente de cara a la comunicación de su mensaje, y es probable que ocupe un lugar preferente en la cartelería del PSOE. Lo único desconcertante es que se utilice el naranja para representarla gráficamente. Es un color muy llamativo y juvenil, pero también es el color corporativo del PP.

Como conclusión, en su puesta en escena el presidente Zapatero está queriendo decir: "Miradme, estoy tranquilo y me río. No hagáis caso a los apocalípticos, que todo marcha bien. Haced como yo, sentaos y pasadlo lo mejor posible, que nosotros nos ocuparemos de todo". Se trata de un mensaje muy adecuado para distanciarse actitudinalmente del Partido Popular en el inicio de la campaña, pero, ¿Quién cree que una invitación tan explícita a la pasividad se volverá a repetir cuando la cita con las urnas esté más próxima?


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