domingo, 6 de septiembre de 2009

Un proceso kafkiano

"Alguien tenía que haber calumniado a Josef K, pues fue detenido una mañana sin haber hecho nada malo. La cocinera de la señora Grubach, su casera, que le llevaba todos los días a eso de las ocho de la mañana el desayuno a su habitación, no había aparecido. Era la primera vez que ocurría algo semejante. K esperó un rato más. Apoyado en la almohada, se quedó mirando a la anciana que vivía frente a su casa y que le observaba con una curiosidad inusitada. Poco después, extrañado y hambriento, tocó el timbre. Nada más hacerlo, se oyó cómo llamaban a la puerta y un hombre al que no había visto nunca entró en su habitación. Era delgado, aunque fuerte de constitución, llevaba un traje negro ajustado, que, como cierta indumentaria de viaje, disponía de varios pliegues, bolsillos, hebillas, botones, y de un cinturón; todo parecía muy práctico, aunque no se supiese muy bien para qué podía servir."
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Fragmento inicial de EL PROCESO de Franz Kafka

Lee aquí el texto completo on-line, o búscalo en tu biblioteca (mucho más cómodo).

3 comentarios:

Osvaldo dijo...

Temo encontrarme en un sueño escrito por Franz Kafka, aunque, probablemente no sea eso lo que más tema de ello, quizá el no despertar y no darme cuenta de que es un sueño.
No me considero lo suficientemente preparado (y creo que poca gente lo estaría) para enfrentar algo que trastorne tan profundamente el statu quo.
¡Saludos!

Daniel dijo...

Todo es decidirse, Osvaldo.

Un saludo ;)

Osvaldo dijo...

Decidirse a no temer :-)

¡Saludos!