domingo, 13 de diciembre de 2009

Revolucionarios

La fotografía de la izquierda retrata cambio: revolución. La mirada, el porte y la actitud de un joven que ve nacer un nuevo siglo (el retrato está fechado en 1902) y que presagia tiempos nuevos y mejores que están por venir.
Miradas así se dan muy pocas veces cada muchos años y siempre pertenecen a personas dispuestas a darlo todo por la idea. Fascinan por la rebeldía destructiva inherente a todo valor revolucionario: destruir lo viejo, construir lo nuevo, resistirse al poder... Son seres tan admirados como temidos, porque todos sabemos que su fanatismo les mueve a colocar la bomba y empuñar el fusil como si no tuviesen nada que perder, como si no importase una Historia capaz de juzgar sus acciones, como si no hubiese ayer ni hoy sino mañana; un mañana que quizás ellos no vivirán pero que hay que empezar a construir hoy. Gente así hizo caer el feudalismo, construyó la democracia, erradicó la esclavitud... pero también personas así provocaron los totalitarismos y genocidios del Siglo XX.
El protagonista de esta fotografía representa bien las glorias y las miserias del revolucionario. Aquel individuo que arriesga su vida en la vanguardia de la revolución y que consigue construir un sistema más justo y mejor. La persona que desconoce qué significa dormir tranquilo hasta la primera noche después de que triunfe su revolución, y que a la mañana siguiente se despierta siendo conservador. El luchador sin nada que perder convertido en estadista, en clase dirigente con todo por conservar. El guerrero que deja la dinamita y el sabotaje y empieza a estampillar membretes en papeles del Estado.
Su historia arranca con un siglo que nace y con el proyecto de un mundo nuevo y mejor que brilla en sus pupilas. Lamen
tablemente su viaje acaba con su imagen convertida en monumento oxidado y pisoteado; en una alegoría de dictador anquilosado que sonríe cínicamente tras su poblado bigote mientras se regodea en su propia carcundia. Monigote que no llega ni a caricatura de lo que un día fue.

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